Regatear en Marruecos
La mejor manera de arruinar el día a un marroquí es aceptar el primer precio que te pide por algo que le vayas a comprar. Si además lo haces por la mañana peor, seguro que se lleva todo el día flagelándose mentalmente pensando cuánto te podría haber sacado de más.
Regatear es una parte fundamental y cotidiana de la vida marroquí, se emplea sobre todo en los zocos, y tiendas, pero también se pactan las tarifas y regatear en los taxis antes de montarse en ellos y no al final de la carrera.
No te montes nunca en un grand taxi sin saber cuánto te va a costar de antemano, el precio inicial que te pide el taxista es negociable
Si no quieres viajar a Marruecos "amargándole" la vida a todo el que le compres algo, más te vale regatear. Es parte de la cultura y ellos son así. De hecho hay una expresión idiomática, un verbo, que al castellano equivaldría a "me han dado..."
Consejos útiles para regatear en Marruecos
Procura discutir sobre el precio de un articulo sobre el que no estás muy interesado, haz el mago de irte de la tienda y cuando te llama el comerciante le dices que es muy caro y le preguntas por otra cosa que es la que verdaderamente te interesa. Seguro que te dará un precio muy razonable por que acaba de ver que casi pierde una venta.
Nunca pongas tu el precio final. el comerciante te preguntará cuanto le pagas y si dices tu el precio y el comerciante acepta, puedes pensar que has metido la pata hasta el cuello, por que entonces lo correcto es pagar lo que has ofrecido. Así que muérdete la lengua y cuando el te diga cuánto me das tu le respondes que por cuánto lo vende. Así de fácil. Si os sirve de consuelo yo he metido la pata muchas veces antes de darme cuenta de esto.
No tengas prisa una vez iniciado el regateo; tienes que saborearlo y tomártelo con mucho arte y salero, aunque cuando vas en grupo el tiempo es limitado
No te tomes las cosas en serio, es mejor bromear con el dueño de la tienda y usar las pocas expresiones árabes que conozcas, digamos que hay que actuar como en los teatros.
Antes de comprar conviene que te des una ronda por otras tiendas para comparar precios y calidades
Decide primero hasta cuanto estás dispuesto a pagar por un artículo, pero no se lo digas al comerciante.
Desconfía de las adulaciones y de los descuentos especiales, pues son una táctica de distracción. En particular lo hacen mucho cuando vas con niños pues juegan con ellos y te dicen que tienes la niña más bonita del mundo.
Aunque te hayan invitado a tomar té para después enseñarte mil y una alfombras y cacharros no estás obligado a comprar si no te interesa la oferta, aunque por educación intenta no hacerlos trabajar en balde.
No entres en un regateo para que al final el vendedor te acepte el precio que tú propones si no vas a comprar de verdad. Es muy ofensivo y desconsiderado descolgarse con un "no me interesa" cuando uno ha fijado el precio. Mejor no entrar.
Trata siempre directamente con el dueño de la tienda y evita intermediarios, es muy habitual que alguien te diga que su padre tiene una tienda de algo que andas buscando. Es mentira y nunca son negocios de la familia. Hay que entender que los falsos guías se quieren ganar unos dirhams extra con los turistas, pero también es verdad que abusan y que si vas solo a la tienda es mucho mejor.
Si viajas en grupo, no verás que los guías se llevan comisiones de las tiendas, pero las hay. Por un lado estas tiendas son más caras ya que parte de lo que pagas no va a la tienda sino a los guías, pero tambíén ofrecen la garantía de que si compras algo y detectas que está en mal estado o cambias de idea te descambian la compra sin discusión y te devuelven el dinero.
Lo que si es importante es no tener vergüenza a la hora del regateo. Hay veces que por un artículo piden 60 y cuando ven que no lo compran lo ofrecen por uno, esto desconcierta al cliente, pero es lo que hay y es su filosofía.
En resumen, que si vas a tiendas con un grupo organizado tienes que regatear al máximo.
Es obligatorio, dividid por 10, sin cortarse un pelo, el precio inicial para comenzar el juego. Dejad que el precio final lo ponga el vendedor nunca vosotros. No os sorprendáis si os piden una barbaridad en las tiendas, lo hacen para provocar, pero se pueden conseguir buenos precios con paciencia y picardía.