Gran Tour de Marruecos 11 días desde Tánger.
Recorre Marruecos de norte a sur con este circuito visitarás Tánger, Asilah, Rabat, Casablanca, Marrakech, el Desierto del Sáhara, Fez, Chefchaouen, Asilah y Tetuán.
Descubre el fascinante mosaico de ciudades que hacen de Marruecos un destino único.
Tánger, la puerta de entrada entre Europa y África, es una ciudad donde las culturas se entrelazan. Con sus espectaculares vistas al estrecho de Gibraltar, ofrece una mezcla de historia, modernidad y un ambiente cosmopolita que ha atraído a artistas y escritores durante siglos. Su medina, llena de vida y misterio, es el lugar perfecto para perderse entre bazares y antiguas casonas.
Tetuán, conocida por su encantadora medina blanca, es una ciudad que respira la influencia andalusí en cada esquina. Aquí, la tradición y la artesanía están vivas, y sus estrechas callejuelas te llevan a un pasado preservado en el tiempo. A solo unos kilómetros del mar Mediterráneo, Tetuán ofrece la tranquilidad de una ciudad histórica y el acceso a hermosas playas cercanas.
Chefchaouen, la famosa ciudad azul, parece sacada de un sueño. Enclavada entre las montañas del Rif, sus casas, pintadas de azul celeste, crean un ambiente mágico y relajante. Es un destino perfecto para quienes buscan tranquilidad, rodeados de naturaleza, mientras exploran sus callejones llenos de tiendas de artesanía y cafés con vistas impresionantes.
Meknes, una de las cuatro ciudades imperiales, es menos visitada que Fez o Marrakech, pero no por ello menos impresionante. Rodeada de murallas monumentales, su arquitectura imperial recuerda los días de gloria del sultán Mulay Ismail. Aquí, los viajeros encontrarán imponentes puertas como Bab Mansur, tranquilos jardines y el cercano sitio arqueológico de Volubilis.
Fez, la capital espiritual y cultural de Marruecos, es una ciudad que te transporta a la Edad Media. Su medina, una de las más grandes del mundo, es un laberinto vivo donde los sentidos se despiertan con los aromas de las especias, el bullicio de los mercados y la belleza de sus antiguas madrazas y mezquitas. Fez es el alma del país, un lugar donde la historia y la religión se entrelazan en cada rincón.
Rabat, la capital moderna, combina la elegancia de su pasado con una vibrante vida contemporánea. Aquí, los monumentos históricos como la Torre Hassan y el Mausoleo de Mohamed V se mezclan con amplias avenidas, cafés modernos y una costa atlántica que invita al relax. Es una ciudad dinámica que conserva su legado imperial mientras avanza hacia el futuro.
Asilah, una joya costera, es famosa por su medina blanca y sus festivales de arte. Este tranquilo pueblo amurallado combina influencias portuguesas con una atmósfera relajada y bohemia. Sus playas de arena dorada y su ambiente artístico atraen a viajeros que buscan un refugio donde disfrutar del mar, el arte y la serenidad de un entorno único.