Qué hacer durante tus viajes por Marrakech
Plaza Yamaa el Fna, la Plaza como todos la conocen es a cualquier hora del día el alma de Marrakech, la que nos da el pulso de la ciudad, y donde siempre encontraremos algo diferente que ver, según la hora del día en que la visitemos. Gracias a la labor del escritor Juan Goytisolo, la Plaza de Marrakech ha sido catalogada como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Unesco.
Zocos. Desde la Plaza de Yamaa el Fna podemos acceder hacia el laberinto del zoco. En el zoco de Marrakech, callejeando desorientados, podremos encontrar las últimas novedades del diseño marroquí. De aquí saldrán las mejores babuchas, lámparas, velas, bolsos…que podremos encontrar en el norte del país seis meses más tarde. En tus excursiones por Marrakech (Marruecos) no dejes de visitar el zoco, el lugar perfecto para que el viajero practique el arte del regateo. Las calles son amplias, y es cómodo pasear entre los puestos y tiendas, si bien es verdad que la mejor hora es la primera de la mañana para salir de compras, ya que por la tarde se masifica con los habitantes locales, que acuden al zoco a realizar también sus compras.
Curtidurías. Visita obligada de cualquier medina, si queremos ver como los curtidores trabajan la piel de vaca, cabra y oveja antes de que ésta se convierta en bolsos de cuero o babuchas. A pesar del mal olor, que se paliará con un manojo de menta fresca, un paseo por las curtidurías nos mostrará una profesión ya olvidada en Europa.
La mezquita Kutubia o mezquita de los libreros, es con su torre, hermana de la Giralda uno de los símbolos de Marrakech. No se puede visitar, ya que solo pueden hacerlo los musulmanes, pero desde el exterior se muestra en todo su esplendor, rodeada de bellos jardines.
El palacio el Badi, capricho del sultán Ahmed el Mansur, data del siglo XVI, es hoy una colección de ruinas que merecen un paseo por su interior. En tus viajes por Marrakech te sorprenderán sus pasadizos subterráneos que, en su día, sirvieron de establos y mazmorras. Los decadentes muros del palacio acogen nidos de cigüeña, aves muy respetadas en Marruecos, debido a la creencia bereber de que se trata de seres humanos transformados.
Tumbas Saadíes. Muy cerca del palacio se ubica el mausoleo de la dinastía sadí, con tumbas reales de los siglos XVI y XVII, arropadas por un bello jardín. Ocultas hasta los albores del siglo XX, son un remanso de paz y belleza dentro del enjambre de la medina. Destacan la sala de las Doce Columnas, donde fueran enterrados el sultán el Mansur y toda su familia.
Jardín de la Menara. Extra muros de la ciudad, tras una larga avenida de palmeras, se llega a los jardines de la Menara. Allí descansan a la sombra camellos que, por un módico precio, podremos montar para dar un agradable paseo. La Menara es un gran jardín islámico, con un estanque, un pabellón y árboles frutales. Sin duda, uno de los destinos esenciales de las excursiones por Marrakech (Marruecos). Su embalse de agua, que antiguamente abastecía a la ciudad, hoy se utiliza como fondo de escenario, para un espectáculo nocturno de luz y sonido, de gran belleza.
La ville nouvelle, o Guéliz, es fruto del paso de los franceses por Marruecos. Diseñada por estos a principios del siglo XX, es la zona donde se encuentran los hoteles, cafés, boutiques, restaurantes, discotecas, etc… La "parte moderna" de la ciudad, como todavía la siguen llamando los propios marrakchíes, ya que hasta la llegada de los franceses, la ciudad se reducía a la medina, siempre intramuros.
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